El carbón se origina por la descomposición de vegetales terrestres que se acumulan en zonas pantanosas, lagunares o marinas, de poca profundidad. Los restos vegetales se van acumulando en el fondo de una cuenca. Quedan cubiertos de agua y, por lo tanto, protegidos del aire, que los degradaría.
Comienza una lenta transformación por la acción de bacterias anaerobias, un tipo de microorganismos que no necesitan oxígeno para vivir. Con el tiempo se produce un progresivo enriquecimiento en carbono. Posteriormente pueden cubrirse con depósitos arcillosos, lo que contribuirá al mantenimiento del ambiente anaerobio, adecuado para que continúe el proceso de carbonización. Se estima que una capa de carbón de un metro de espesor proviene de la transformación por diferentes procesos durante la diagénesis de más de diez metros de limos carbonosos.
En las cuencas carboníferas las capas de carbón están intercaladas con otras capas de rocas sedimentarias como areniscas, arcillas, conglomerados y, en algunos casos, rocas metamórficas como esquistos y pizarras. Esto se debe a la forma y el lugar donde se genera el carbón.
MATERIALES:
- Leña seca ya sea comprada o reciclada (si es reciclada quitarle cualquier suciedad que tenga)
entre mas seca mejor sera la calidad de el carbón.
- Cubeta de metal que no tenga etiquetas ya que se quemaran y que este completamente limpia por dentro sin residuos de nada.
- Guantes y Pinzas .
PROCEDIMIENTO:
- En un sitio seguro enciende fuego vivo con un poco de la leña que tengas, usando los troncos más gruesos. Mientras se enciende bien, corta la madera en trozos pequeños, lo suficiente como para que quepan en la lata en la mayor cantidad posible.
- haz un hueco al centro del fuego encendido, y sin más coloca allí la cubeta, dejando la abertura para arriba para que las llamas no enciendan la madera de dentro. Si el tarro tuviera su tapa (o bien improvisa una con papel de aluminio), coloca algunas brasas vivas por sobre el tarro, para aumentar el calor de su interior. La tapa restringirá el ingreso de oxígeno, mejorando la calidad y acelerando el proceso.
- Mantén la cubeta en el calor por no menos de 10 horas. Si estás de campamento, por ejemplo, puedes dejarlo en constante ardor para calefacción, seguridad, y aprovechando para crear el carbón con tantos usos posibles. Pasado este tiempo, retira la cubeta del fuego y deja enfriar antes de abrir. Puedes ir dándole vueltas para ayudar a enfriar más velozmente.
- Una vez que puedas tomar la cubeta con las manos sin quemarte, retira el carbón del interior y guarda en bolsas de papel en un sitio seco y fresco.